El Tribunal Supremo ha emitido un fallo crucial sobre la apelación presentada por la Asociación Española de Juego Digital contra el Real Decreto 958/2020, que regula la publicidad de las actividades de juego. La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal ha rechazado inicialmente los argumentos que buscaban anular el decreto por errores en su tramitación. Posteriormente, los jueces analizaron los artículos específicos del decreto que imponen restricciones y prohibiciones a la publicidad de juegos digitales en varios medios, incluyendo televisión, radio e internet.
La decisión del tribunal establece que, aunque la publicidad es parte de la libertad de empresa, esta se encuentra sujeta a ciertos límites debido a la naturaleza regulada del juego. El estado necesita intervenir para proteger intereses generales más amplios, como la protección de menores y los derechos de los consumidores. Sin embargo, tales restricciones deben estar adecuadamente respaldadas por leyes y no simplemente por reglamentos que no se alineen con las directrices legislativas.
El tribunal señaló que las leyes no impiden que los reglamentos colaboren en la normativa, pero subrayó que cualquier limitación impuesta debe basarse en directrices claras y ser proporcional al objetivo que busca alcanzar. En su revisión, el tribunal encontró que algunas de las restricciones del decreto carecían de la necesaria base legal y, por lo tanto, fueron anuladas. Esto incluye ciertas promociones dirigidas a nuevos clientes, la aparición de personajes famosos en anuncios, la prohibición general de comunicaciones comerciales a través de servicios de internet, la publicidad en plataformas de intercambio de videos y ciertas formas de publicidad en redes sociales.
No obstante, la corte mantuvo otros artículos del reglamento, concluyendo que estaban suficientemente respaldados por la ley y que las restricciones impuestas eran proporcionales.
¿Qué podemos esperar en el futuro?
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