Una apuesta sencilla, como su nombre indica es el tipo de apuesta más simple que puedes realizar. Es un único pronóstico ( tu predicción ), en un único mercado ( un tipo de apuesta: resultado final, quien marcará primero gol, etc ) y en un único evento.
Las apuestas sencillas son la mejor forma de iniciarse en las apuestas sin complicarse en exceso la vida y una forma mucho más segura de apostar en contraposición a las apuestas combinadas, que tienen mucho más beneficio potencial, pero también mucho más riesgo.
¿ Cómo hacer una apuesta sencilla ?
Para hacer una apuesta sencilla no tienes más que ir al evento que te interesa, navegando por los menús de la casa de apuestas que has elegido.
Si por ejemplo estuvieras en Bet365 y quisieras apostar en un partido de la liga de primera división, deberías pulsar en “Fútbol” en el menú izquierdo, y luego buscar por país “España” y luego los eventos que se disputan en él. En este caso, Liga Santander. Dentro podrás ver todos los partidos de los próximos días.
En un principio sólo se te presentan las apuestas a 1X2, pero si pulsas sobre el evento en sí, se abrirán toda la lista de apuestas posibles ordenadas por temática. Goles, córners, tarjetas, asiáticos, especiales, etc.
Basta con pulsar sobre la apuesta y la cuota que te interesan y verás como tu selección se añade al boleto de apuestas en el lado derecho de la pantalla. Ahí podrás elegir la cuantía de tu apuesta y cuando estés listo tendrás que pulsar sobre el botón “Apostar”.
Cuando el evento finalice, si has ganado la apuesta, recibirás las ganancias en tu cuenta de usuario.
¿Qué es mejor, apuestas sencillas o combinadas?
Un apostante puede realizar apuestas sencillas o combinadas. La diferencia entre una apuesta simple y una combinada es que en la simple se realiza un único pronóstico y en la combinada se realizan varios, que pueden ser en uno o varios eventos diferentes.
Lo cierto es que acertar apuestas combinadas no es tan fácil como podría parecer, especialmente a medida que vas incluyendo apuestas en tu boleto.
Para comenzar es recomendable ceñirse a apuestas sencillas y a cuotas no superiores a 2. Acertar una apuesta sencilla a cuota 2 no es nada fácil ya que existe un gran riesgo de que la apuesta no sea acertada.
Piensa que cuota 2 o similar supone que estás recibiendo la misma cantidad que apuestas como premio. Es decir, si apuestas 10€ a cuota 2 y ganas, recibirías los 10€ apostados + 10€ de premio.
Esto no es nada fácil y lo puedes comprobar en partidos de fútbol o tenis entre rivales de similar nivel. Muchas veces el favorito no es el ganador. Ser el favorito a cuota 2 no es ni muchos menos sinónimo de victoria. Entre contrincantes con cuota 2 a 3, puede suceder de todo y no siempre el que tiene la cuota más baja es que sale triunfador.
Para que un equipo se considere favorito claro consideramos que tiene que tener una cuota alrededor de 1.50 o menor y en este caso la ganancia económica no sería demasiado alta, ya que en caso de acertar recibirías la mitad de cada euro apostado. Si apostaras 10€ a cuota 1.50 recibirías 50 céntimos por cada euro apostado, es decir, 5€ en caso de acertar.
